SOFONISBA

Cuando contamos la historia de un pueblo, como el de CARTAGO, centrándonos en las guerras y conflictos que lo han marcado olvidamos frecuentemente las muchas víctimas que quedan tiradas al margen de las "gloriosas" páginas escritas por historiadores muy motivados por complacer a los vencedores. Pero, a veces, también aparece alguna historia que nos ayuda a ponerle rostro a las víctimas. Así, entre las guerras que acabaron en la masacre de CARTAGO, aparece el relato de la joven cartaginesa SOFONISBA, hija del general ASDRUBAL GISCÓN que la prometió de niña al númida MASINISA pero que luego la casó con el rey SIFAX, también númida. SIFAX luchaba en el bando cartaginés mientras MASINISA se había aliado con ROMA. Vencido SIFAX, SOFONISBA, para evitar a los romanos, se dirigió a MASINISA rogándole protección. Este, enamorado de la joven, trata de salvarla casándose con ella. El general romano ESCIPIÓN teme que el "apasionado" MASINISA cambie de bando y le obliga a entregar a la prisionera. MASINISA envía un esclavo a SOFONISBA con una copa de veneno que esta apura con sólo una queja: "habría muerto más feliz si mi lecho nupcial no hubiese estado tan cerca de mi tumba."

SOFONISBA

Cuando contamos la historia de un pueblo, como el de CARTAGO, centrándonos en las guerras y conflictos que lo han marcado olvidamos frecuentemente las muchas víctimas que quedan tiradas al margen de las "gloriosas" páginas escritas por historiadores muy motivados por complacer a los vencedores. Pero, a veces, también aparece alguna historia que nos ayuda a ponerle rostro a las víctimas. Así, entre las guerras que acabaron en la masacre de CARTAGO, aparece el relato de la joven cartaginesa SOFONISBA, hija del general ASDRUBAL GISCÓN que la prometió de niña al númida MASINISA pero que luego la casó con el rey SIFAX, también númida. SIFAX luchaba en el bando cartaginés mientras MASINISA se había aliado con ROMA. Vencido SIFAX, SOFONISBA, para evitar a los romanos, se dirigió a MASINISA rogándole protección. Este, enamorado de la joven, trata de salvarla casándose con ella. El general romano ESCIPIÓN teme que el "apasionado" MASINISA cambie de bando y le obliga a entregar a la prisionera. MASINISA envía un esclavo a SOFONISBA con una copa de veneno que esta apura con sólo una queja: "habría muerto más feliz si mi lecho nupcial no hubiese estado tan cerca de mi tumba."